Filtrar
El renacimiento de Ruth Gordon como actriz de carácter al final de su carrera le valió el reconocimiento del Oscar por "La semilla del diablo" y un estatus de culto en "Harold y Maude", donde su energía vivaz y belleza poco convencional desafiaron los estereotipos de la discriminación por edad en Hollywood. Su trabajo anterior como guionista y actriz teatral demostró una notable versatilidad, mientras que su relación personal con Garson Kanin dio origen a algunas de las comedias románticas más ingeniosas del cine. La longevidad de la actriz y su disposición a aceptar papeles excéntricos la convirtieron en una inspiración para actrices de mayor edad que buscaban un trabajo significativo.